En GI-ESCR, generar evidencia que desafíe sistemas inequitativos y promueva políticas basadas en derechos es central a nuestra misión. A través de concursos y festivales de arte en Kenia, Colombia y Chile, hemos aprovechado con éxito el poder de la expresión creativa para documentar experiencias vividas, amplificar voces marginadas y proporcionar evidencia convincente para avanzar en nuestra visión. Estas iniciativas demuestran cómo el arte, como medio, puede generar conocimientos tangibles y accionables que apoyen nuestra estrategia más amplia.
Evidencia generada a través del arte
En GI-ESCR, generar evidencia que desafíe sistemas inequitativos y promueva políticas basadas en derechos es central a nuestra misión. A través de concursos y festivales de arte en Kenia, Colombia y Chile, hemos aprovechado con éxito el poder de la expresión creativa para documentar experiencias vividas, amplificar voces marginadas y proporcionar evidencia convincente para avanzar en nuestra visión. Estas iniciativas demuestran cómo el arte, como medio, puede generar conocimientos tangibles y accionables que apoyen nuestra estrategia más amplia.
- En cada país, los proyectos enfatizaron narrativas impulsadas por las comunidades, asegurando que los titulares de derechos estuvieran en el centro del proceso.
- Los talleres, diálogos y sesiones colaborativas de creación artística brindaron espacios para que las y los participantes compartieran y reflexionaran sobre experiencias vividas relacionadas con el acceso a los servicios públicos y las injusticias sistémicas.
- Las experiencias locales nos permitieron mostrar, por ejemplo, que en Kenia, el enfoque en el derecho al agua y la sostenibilidad ambiental destacó las luchas de base en torno a la asignación de recursos y la justicia climática. En Colombia, las contribuciones artísticas exploraron la desigualdad de género y los desafíos para lograr servicios públicos equitativos en regiones postconflicto. En Chile, la competición examinó el vínculo entre los servicios públicos y los derechos humanos, con especial énfasis en el acceso a la educación y la salud. Los paralelismos temáticos también revelaron desafíos globales comunes, como la desigualdad de género y la degradación ambiental, respetando al mismo tiempo el contexto único de cada país.
- Las propuestas incluyeron pinturas, presentaciones, instalaciones y proyectos multimediales, cada uno de ellos sirviendo como evidencia cualitativa de cómo las inequidades sistémicas se manifiestan en la vida cotidiana, así como de cómo las personas piensan y enmarcan sus experiencias vividas a través de diversos medios.
- Las obras generadas a través de los eventos destacaron fallas sistémicas en la provisión de servicios públicos, ofreciendo una narrativa centrada en las personas que complementa la defensa basada en datos.
- Estas narrativas pueden utilizarse en acciones de incidencia con responsables de políticas y actores clave, aportando una dimensión cultural y emocional a los esfuerzos tradicionales de incidencia.
- Al priorizar la participación de grupos subrepresentados, como mujeres, pueblos indígenas y jóvenes, los concursos aseguraron que las perspectivas de quienes más sufren las violaciones de los DESC estuvieran en el centro del proceso.
- Las obras de arte creadas por estos grupos han sido integradas en exposiciones públicas, amplificando sus mensajes a audiencias y actores más amplios.
- Más de 150 estudiantes, niñas, niños y miembros de comunidades de los tres países participaron en talleres, propuestas y diálogos.
- Las exposiciones públicas atrajeron a más de 1.000 asistentes, incluidas personas responsables de políticas, académicas y académicos, y líderes locales, extendiendo el alcance de los mensajes transmitidos a través del arte.
- La naturaleza participativa de los eventos construyó solidaridad entre las comunidades, fomentando la acción colectiva y los esfuerzos de incidencia.
- En cada país, los proyectos enfatizaron narrativas impulsadas por las comunidades, asegurando que los titulares de derechos estuvieran en el centro del proceso.
- Los talleres, diálogos y sesiones colaborativas de creación artística brindaron espacios para que las y los participantes compartieran y reflexionaran sobre experiencias vividas relacionadas con el acceso a los servicios públicos y las injusticias sistémicas.
- Las experiencias locales nos permitieron mostrar, por ejemplo, que en Kenia, el enfoque en el derecho al agua y la sostenibilidad ambiental destacó las luchas de base en torno a la asignación de recursos y la justicia climática. En Colombia, las contribuciones artísticas exploraron la desigualdad de género y los desafíos para lograr servicios públicos equitativos en regiones postconflicto. En Chile, la competición examinó el vínculo entre los servicios públicos y los derechos humanos, con especial énfasis en el acceso a la educación y la salud. Los paralelismos temáticos también revelaron desafíos globales comunes, como la desigualdad de género y la degradación ambiental, respetando al mismo tiempo el contexto único de cada país.
- Las propuestas incluyeron pinturas, presentaciones, instalaciones y proyectos multimediales, cada uno de ellos sirviendo como evidencia cualitativa de cómo las inequidades sistémicas se manifiestan en la vida cotidiana, así como de cómo las personas piensan y enmarcan sus experiencias vividas a través de diversos medios.
- Las obras generadas a través de los eventos destacaron fallas sistémicas en la provisión de servicios públicos, ofreciendo una narrativa centrada en las personas que complementa la defensa basada en datos.
- Estas narrativas pueden utilizarse en acciones de incidencia con responsables de políticas y actores clave, aportando una dimensión cultural y emocional a los esfuerzos tradicionales de incidencia.
- Al priorizar la participación de grupos subrepresentados, como mujeres, pueblos indígenas y jóvenes, los concursos aseguraron que las perspectivas de quienes más sufren las violaciones de los DESC estuvieran en el centro del proceso.
- Las obras de arte creadas por estos grupos han sido integradas en exposiciones públicas, amplificando sus mensajes a audiencias y actores más amplios.
- Más de 150 estudiantes, niñas, niños y miembros de comunidades de los tres países participaron en talleres, propuestas y diálogos.
- Las exposiciones públicas atrajeron a más de 1.000 asistentes, incluidas personas responsables de políticas, académicas y académicos, y líderes locales, extendiendo el alcance de los mensajes transmitidos a través del arte.
- La naturaleza participativa de los eventos construyó solidaridad entre las comunidades, fomentando la acción colectiva y los esfuerzos de incidencia.
Únete a nuestra lista de correos
Participe en nuestras
redes sociales
Ayúdenos con la propagación de nuestro trabajo con socios a nivel mundial y local, para abordar la injusticia social y económica a través de una perspectiva de derechos humanos.